Volveré a ser yo misma
cuando el tiempo se pare entre mis manos.
Seré como las gaviotas que alzan sus vuelos
de acá para allá, sin dueños,
sólo el aire que respirar.
El cielo será ese inmenso marco
que decore mis sueños,
pintados con mi mirada,
la fantasía de mi peregrinar.
ANA VEGA