La mar

La mar quieta, sumisa,

navega sin prisa,

sus ropas montañas,

sus hijos las barcas.

Qué bella estampa de aromas,

de amores,

de renacer nuevos días,

de románticos atardeceres.

Musas que susurran

los mástiles son sueños

de plumas y pinceles.

Ana Vega