Destruir, sin sentimientos,
sin pensamientos.
Solos nos convertiremos
en prisioneros de nuestro tiempo,
sin tener nada que contar,
sin calor con qué arropar.
¡Vete! ¡Vete! desconcierto
de viento y de lamento.
¡Déjame! ¡Déjame ya!
no aguanto tanto sufrimiento.
Ana Vega